Presentación
En las sociedades complejas, como la nuestra en la que nos ha tocado vivir, asistimos en su óptima organización a un cambio de paradigma, pasando del sistema cartesiano, basado en relaciones causa-efecto, al sistémico, multicausal, global y agregativo, intercambiándose el rol entre causas y efectos.
Lógicamente el concepto de defensa como continente y, el de protección como contenido, se encuentran inmersos en estos cambios.
La defensa es la base de la seguridad, primera necesidad del ser vivo. Todo animal retarda todas sus necesidades, hasta que no alcanza un grado de seguridad suficiente para satisfacerlas.
A nivel fisiológico, hablamos con frecuencia de nuestras “defensas”, los linfocitos, las inmunoglobulinas, los anticuerpos…, tener un buen “sistema defensivo” es esencial para la vida, para que ésta pueda desarrollarse con plenitud. Destinamos energía y esfuerzos fisiológicos para mantener este sistema, el cual hace su función “con sigilo y sin conocimiento por nuestra parte”.
A nivel sociológico, conviene recordar que en su inicio, la sociología se denominó “fisiología social” (Saint Simon), siendo Auguste Compte el que acuñó el término de “sociología”. Como tal fisiología, requerirá de sus defensas para mantener a la sociedad como cuerpo organizado, para garantizar sus posibilidades, tanto individuales como colectivas.
El concepto de defensa es hoy sistémico, multilateral y agregativo. Es más, está incluido en un marco superior que lo engloba. El de protección, atributo que es la base de la seguridad. Es por ello que protección, seguridad y defensa, forman una unidad, que aunque estructuralmente distinta, funcionalmente es compartida y fusionada.
Los compartimentos estancos se terminaron en el siglo pasado. Concretamente Ejército, Policía, Salud Pública, Bomberos, Protección Civil y Voluntariado entran en resonancia sinérgica, multiplicando su eficacia cuando se integran o coordinan hacia un objetivo común. En situaciones de emergencia se demuestra.
Sólo nos falta la ciudadanía, la cual además de pagar impuestos para mantener el sistema, tiene el derecho de participar en él, en base a su vocación, formación y capacidad.
ECOSED es de la opinión que el concepto moderno de defensa es el de protección, la cual incluye por supuesto el clásico de defensa, pero también la seguridad en las vertientes de policía, protección civil, bomberos, emergencias médicas y sanitarias, y voluntarios, adscritos a organizaciones ya existentes o bien por constituir, según el desarrollo de este nuevo modelo.
ECOSED considera que hay cuatro ámbitos profesionales que forman parte del primer nivel de protección que son: Judicatura, Emergencias , Ejército y Policía.
El segundo nivel lo conformarían las ONG, y el tercer nivel los propios ciudadanos entre si, movidos por la empatía y solidaridad.
A su vez la confluencia de las Instituciones titulares de la defensa con otras, que aumentan la eficacia de ésta, es indispensable en aras a los resultados.
ECOSED es partidaria de estas sinergias, empezando por una puesta al día real, en fondo y forma, de la comunicación de lo que significa, ofrece y demanda una defensa seria de un país moderno, pasando por arbitrar espacios en donde compartir experiencias, enseñanzas y expectativas con toda la población; especialmente con los jóvenes, voluntarios civiles y personas que han dejado la vida productiva a nivel económico pero son altamente productivos a nivel experiencial, sobre todo si les anima una vocación de servicio, espíritu solidario y un estilo de vida contrario a la ociosidad y el mero entretenimiento.
ECOSED es filosofía y modelo, a la vez que invitación a incorporar la seguridad en la vida, considerando la protección como resultado del esfuerzo acertado, mediante la confluencia sinérgica de los ámbitos Institucionales, industriales, profesionales, comerciales, tecnológico, formativos culturales y voluntariado.
Exponemos a continuación su estructura dinámica y sus ejes funcionales.